La rúcula silvestre, también conocida como Eruca vesicaria, es una planta herbácea perteneciente a la familia de las Brassicaceae. Se ha vuelto muy popular en la gastronomía por su sabor característico, ligeramente picante y amargo, que aporta un toque especial a ensaladas, pizzas y otros platos. Aunque muchas veces se confunde con la rúcula cultivada (Diplotaxis tenuifolia), la silvestre tiene diferencias notables tanto en sabor como en cultivo.
En este artículo exploraremos en profundidad esta planta comestible: desde sus características botánicas hasta sus usos culinarios, pasando por el cultivo en casa, sus propiedades nutricionales y medicinales, y mucho más.
La rúcula silvestre es una planta anual que puede alcanzar entre 20 y 100 cm de altura. Presenta hojas profundamente lobuladas, de un verde intenso, y flores blancas con vetas moradas que florecen generalmente en primavera y verano.
Entre sus características principales destacan:
Se adapta bien a climas templados y es frecuente encontrarla creciendo de forma espontánea en praderas, bordes de caminos y terrenos baldíos.
Aunque ambas se utilizan en cocina, no son exactamente la misma planta:
Característica | Rúcula silvestre (Eruca vesicaria) | Rúcula cultivada (Diplotaxis tenuifolia) |
---|---|---|
Sabor | Más suave y menos picante | Más intenso y persistente |
Ciclo de vida | Anual | Perenne o bienal |
Tamaño de la hoja | Más grande | Más pequeña y dentada |
Velocidad de crecimiento | Rápida | Más lenta |
La rúcula silvestre es muy apreciada no solo por su sabor, sino también por sus beneficios para la salud. Entre sus componentes destacan:
Gracias a su bajo contenido calórico (alrededor de 25 kcal por cada 100 g), es ideal para dietas equilibradas y saludables.
La incorporación de la rúcula silvestre en la dieta puede aportar varios beneficios:
Cultivar rúcula silvestre es muy sencillo y se puede hacer tanto en huertos como en macetas. A continuación te mostramos los pasos esenciales:
Prefiere zonas soleadas o de semisombra, con suelos bien drenados y ricos en materia orgánica.
Necesita riegos frecuentes pero sin encharcar. La rúcula tolera algo de sequía, pero el riego regular favorece hojas más tiernas.
Está lista para recolectarse entre 30 y 40 días tras la siembra. Se pueden cortar hojas externas y dejar que la planta siga produciendo.
El amarilleo puede deberse a exceso de agua o carencias nutricionales. Asegúrate de no encharcar el sustrato y abona con compost si es necesario.
La mejor forma de disfrutar la rúcula es fresca. Puedes recolectarla al momento de consumirla. Si necesitas almacenarla:
El sabor de la rúcula silvestre es más suave que el de la rúcula cultivada, lo que la hace ideal para:
La rúcula silvestre es una planta fácil de cultivar, muy nutritiva y versátil en la cocina. Ya sea que la siembres en tu huerto o la compres en mercados locales, incluirla en tu dieta es una excelente forma de mejorar tu salud y darle un toque especial a tus platos.
¡Anímate a probarla y disfrutar de todos sus beneficios!